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El edificio, construido en 1968 como sede de Campari por los hermanos Soncini, se componía de tres volúmenes, dos de los cuales eran para oficinas y un tercero de menor altura estaba ocupado por viviendas. Con la renovación del conjunto por Park Associati para su uso como espacios en alquiler, el esfuerzo de la intervención se centra en las fachadas. El muro cortina orginal del alzado a Via Turati, el más representativo, se ha retranqueado para insertar unas cajas de aluminio perforado con iluminación incorporada. El ritmo de huecos y llenos permite reconfigurar las plantas sin interferir en la fachada. La presencia exterior del edificio a Via Cavalieri, de menor altura, y su relación con Cà Brutta, construida en 1921 por Giovanni Muzio, se manifiesta de manera discreta mediante el empleo del color gris en la superficies de vidrio y los innumerables reflejos que producen en este entorno histórico.

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