· Elijamos la vivienda como objeto esencial de la ciudad
· Echemos un vistazo al lugar donde se implanta (ensanches, centros, extrarradios…)
· Verifiquemos los datos de ocupación del territorio en el que se asienta (número de habitantes, densidad…)
· Comprobemos la inserción en la trama (ocupación de la parcela, edificabilidad, número de viviendas…)
· Sepamos quién la promueve (iniciativa privada, pública, mixta…)
· Quiénes son los usuarios (jóvenes, mayores, cualquiera…)
· Con un poco de suerte, puede que haya otros usos en el proyecto (comercios, oficinas, equipamientos…)
· Preguntemos amablemente a los autores el coste por m2 construido
· Adecuemos el coste al poder adquisitivo del país donde se encuentra. Esto es inevitable para comparar en igualdad
· Una vez en el interior, veamos cómo se distribuyen los espacios comunes
· Sepamos cuantos tamaños de viviendas hay en cada proyecto (1, 2, 3 o más dormitorios…)
· Husmeemos en las secciones constructivas (1:50)
· Hurguemos en los detalles (1:20)
· Observemos cómo aparecen los materiales en fachada y cubierta
· Analicemos las capas de la envolvente con un sencillo código de colores
· Preguntemos a los autores las estrategias sostenibles que han utilizado (a veces contestan, a veces…)
· Añadamos una buena colección de fotos
· Hagamos esto 32 veces y comparemos
· Por último, agreguemos los resultados y unas cuantas reflexiones
· Esto -más o menos- es lo que llamamos HoCo