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Un revestimiento continuo de lamas de madera unifica el volumen de esta residencia en Trondheim. Esta piel hace las veces de persiana, barandilla, suelo o falso techo. El edificio puede ser usado como hotel durante los meses de verano, optimizando así el funcionamiento de este tipo de equipamientos. Las plantas baja y primera funcionan como prolongación al interior del espacio público en un clima frío, y alojan el espacio comercial y las zonas comunes, que se integran con el programa residencial en la
primera planta. Para evitar el aislamiento, un dispositivo electrónico en la entrada de cada habitación muestra a todos los residentes los datos que cada ocupante quiere compartir con sus vecinos.

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