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Érase un edificio de viviendas surgido de un proyecto urbano, a su vez consecuencia de un plan intermedio, que a su vez nació de un planeamiento superior… He aquí el rutinario crecimiento de la ciudad contemporánea, que se estructura de arriba hacia abajo en una sucesión de decisiones -más bien de cesiones y renuncias-, en donde solo unos pocos ideales de partida logran sobrevivir.

Para enfrentarse al tablero de juego en el que se desarrolla la construcción de la ciudad, proponemos un terreno de ensayo donde practicar las reglas básicas: una manzana cuadrada de una hectárea. Es la escala de actuación propia del proyecto urbano, pero a la vez permite esbozar un proyecto arquitectónico. Y sobre dicha parcela genérica probamos formas, densidades, agrupaciones, tipologías y recorridos.

Por ejemplo, queremos explorar el potencial de la forma de manzana perimetral, con su alineación de la edificación en el borde y el gran vacío interior -un clásico- y supongamos que el planeamiento nos obliga a 1,0 de edificabilidad, es decir 1,0 m2 construido por cada m2 de terreno. En este caso los volúmenes no serían muy elevados y todas las fachadas interiores tendrían una buena iluminación natural. Si en vez de 1,0 la edificabilidad a la que obligara el plan fuera 3.0, podríamos adoptar la misma forma, la manzana perimetral, pero, en ese caso, deberíamos aumentar alturas y perforar determinados volúmenes para mantener la permeabilidad y el soleamiento. Así, a medida que la misma forma base se va adaptando a la edificabilidad, surgen las familias de formas.

Hemos creado 10 familias de formas urbanas y cada una está desarrollada para que se acomode a 5 situaciones de densidad: desde baja, 1,0, hasta alta, 3,0. Están inspiradas en ciudadelas, archipiélagos, racimos, amebas, patios, serpientes, laberintos… También hemos trabajado con los vacíos, proponiendo zonas de paso y zonas de encuentro, senderos peatonales y zonas verdes, espacios públicos y privados. Las manzanas son permeables y al mismo tiempo preservan la intimidad de los usuarios.

Es cierto que no hemos tenido que consultar con los promotores ni convencer a los compradores. Simplemente hemos puesto en combinación forma, edificabilidad y condiciones de habitabilidad y lo hemos hecho inspirados por proyectos concretos, cuyos datos figuran al margen en cada carta.

La vivienda es el elemento esencial de la ciudad  y construir la ciudad consiste, en el 90 por ciento de los casos, en construir vivienda, un elemento sensible y frágil, que requiere destreza en el manejo de la norma y de la forma. Por eso hemos diseñado esta baraja, porque creemos en la vivienda colectiva, en la fuerza transformadora del diseño y en la necesidad de imaginar una ciudad de formas y densidades diversas.

 Aurora Fernández Per y Javier Mozas. a+t research group.