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...Es difícil situar la voz singular de Fretton, tanto en Gran Bretaña, como en Europa. Su obra es una irresistible mezcla de bravura y de contención, de disciplina y de desapego, de enseñanza y de empatía. Sin embargo, su dominio de lo que él llama “el poder que tienen las formas de conmovernos” es muy potente, precisamente porque está unido a su entendimiento del espacio, de las rutinas y de los hábitos que delimitan nuestras vidas. Vidas que son tanto individuales como colectivas, y que a su vez, se concretizan en lugares construidos específicamente por historias e idiosincrasias...

...La actitud de oposición a la “vía oficial”, que proclama la obra de Tony Fretton es totalmente consciente y puede entenderse como una posición personal de crítica a todo lo que sea excesivamente rígido, protocolario, solemne; a la etiqueta y a las convenciones. Una crítica, realizada con ironía y citas ocurrentes, que le mantiene navegando ceñido al viento, en una postura más involuntaria que deseada, más vital que meditada, consecuencia de su interés por las cosas...

...En su obra se detecta una preocupación muy fuerte por cómo la arquitectura está enraizada en un entorno concreto, que no es arquitectónico, en el sentido que entiende la mayoría de la gente. Al principio de los noventa, tanto yo como otras personas, nos quedamos perplejos cuando usted hizo aquellas fotografías de Londres. ¿Cómo las hizo y cuál fue el motivo de aquellas fotos?
Esas fotos surgieron de un grupo de gente de la AA, en el que se encontraba Matthias Sauerbruck, que decidió montar una exposición. El lugar fue Earl’s Court, en el oeste de Londres. Fui a dar un paseo; hice un poco de psico-geografía; vi lo que me interesaba y lo fotografié. Deseché la mayoría de las fotos y volví a rehacer algunas de ellas. Reflexionando sobre la manera en que había fotografiado lo que había visto, encontré un sentido a esa mirada...